El Colectivo
de Mujeres indígenas trabajadoras del Hogar –COLMITH-inició como expresión
Cultural Mixe Xaam en 1995, con el objetivo de realizar encuentros culturales
con otras organizaciones indígenas que fomentaba la cultura de cada una de las comunidades.
Para el año de
1998 se integra la temática de empleadas del hogar que provienes de diversos
estados de la República, en este inicio se pretendía capacitar a las mujeres
que se emplean para dichas labores. Y para
2010 se conforma como organización sustentada a: DAR A CONOCER LOS
DERECHOS LABORALES, HUMANOS Y CULTURALES a los cuales cada trabajadora
indígenas o no, puede ejercerlos plenamente.
Sus
actividades y líneas de trabajo abarcan desde:
·
Las Redes nacionales de
organizaciones de empleadas del hogar
·
Identidad e identificación como
mujer indígena dentro de la cuidad.
·
Publicar y elaborar material
didáctico para difundirlo.
·
Talleres, entre otros.
A raíz del encuentro 1 y 2
del Foro de análisis de empleadas indígenas del hogar (2002), se revisó
la Ley Federal del Trabajo Cap.VIII,
donde no se marca la situación de las empleadas indígenas. A partir de
ese momento, sirvió de base para la elaboración dela iniciativa de ley, y que
hasta este momento no culmina en reforma.
La problemática de las empleadas del hogar migrantes indígenas
en la ciudad de México. Debido a la condición de mujer migrante indígena, la
cual es la mayoría de los casos no pudo asistir a la escuela o asistió y no
pudo concluir, debido a su pronta incorporación al campo laboral. Otra
dificultad que enfrentan es el monolingüismo, es decir, la comunicación en una
sola vía, que específicamente es el español a pesar que la gran mayoría habla
una primera lengua-materna), y las habilidades distintas a las del medio
urbano; la dificultad al acceso al sector laboral formal, que demanda toda una
serie de requisitos y documentación con las cuales no cuentan estas personas,
las convierte en un grupo vulnerables d innumerables atropellos, vejaciones y
en muchos casos oportunismo por parte de los empleadores de servicios.
Es importante mencionar que las mujeres indígenas
trabajadoras del hogar permanezcan constantemente asesoradas, conozcan y
reconozcan sus derechos para poder ejercerlos de la mejor manera. Por muchos
años este grupo formo parte de la sociedad capitalina, se conocían las
injusticias de las que eran objeto, pero tomaron mayor fuerza cuando Derechos
Humanos abrió sendero en problemáticas que anteriormente pasaban por alto, pero
que eran conocidas por la mayoría. El conflicto se centraría en la posibilidad
legal de un pleno desarrollo y laboral. Los acuerdos a lo que se llega cada
mujer indígena trabajadora, con su empleadora/or, reducir el conflicto que
pueda llegarse a presentar, y tener en consideración los anteriores puntos que
centran la mediación del conflicto, beneficiarán a las dos partes involucradas.
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