LA DISIDENCIA
DE UNO SOLO
Rompiendo con
una serie de ideas recibida, esta psicología presupone que un individuo o un
grupo, cualquiera que sea su status o poder o falta de poder, es capaz de
ejercer influencia sobre la colectividad de la que forma parte. Pasando de un
estado de pasividad a un estado de actividad, de una situación de pura
desviación a una situación de minoría, el individuo o grupo en cuestión inician
un cambio de relaciones en la sociedad.
Mi interés por
SOLHENITSIN procede del hecho de haber redactado una especie dedicada de una
minoría activa en disidencia. En el presenta toda su historia pública desde el
momento en que proyectó publicar el inolvidable relato Una jornada en la vida de Ivan Denissovitch hasta su expulsión de
la Unión Soviética.
Después de
doce años de confinamiento en un campo de concentración, comienza a escribir en
la clandestinidad sin grandes esperanzas de poder publicar, dada la severidad
de la censura. Después de la muerte de STALIN se abre un periodo de luchas
confusas por el poder, que tiene por efecto una cierta fluctuación. Al
principio se inscribe en una corriente de revelación de un estado de cosas
hasta entonces inconfesables. Corriente minoritaria por el hecho de que, entre todos
los escritores soviéticos, prácticamente nadie se interesaba por el problema. Peor
no basta que una posición sea minoritaria para que tenga importancia, es
preciso que se inscriba en el espacio de un conflicto, que sea peligroso, era
muy peligroso hablar de los campos de concentración. Y hablar o no hablar, y
hasta qué punto, era la cuestión.
Lo que
confiere un sentido y una visibilidad a su acción, como a la de toda minoría,
es qué se enfrenta a los tabúes, a las cosas prohibidas que todos tienen
presentes, pero de las que nadie osa hablar, en las que nadie se atreve a
pensar.
Implica un
conflicto que no desea y que afecta a su núcleo esencial, toda mayoría elije
habitualmente entre tres reacciones posibles: la ignorancia, el compromiso o la
exclusión. En este caso concreto la ignorancia no era ya posible. Se abre un
periodo de incertidumbre para SOLZHENITSIN. Se considera un ser único y, para
los demás, ocupa una posición definida: la de la minoría. Debo subrayar que una
minoría sólo puede actuar eficazmente cuando ha obtenido de los demás el
reconocimiento como tal, obligándola a comportase como tal, no abandonar la
posición que ocupa para unirse a la mayoría. Su éxito literario le proyecta por
otra parte a las altas esferas de la sociedad soviética, la cual puede pensar a
su vez en integrarlo poniendo un precio a los honores y a los necesarios
privilegios.
La necesidad
de comportarse en minoría implica asegurarse incesantemente de que se ocupa en
realidad la posición minoritaria. Los signos son: la persistencia de su carácter
“peligroso” y de las divergencias entre ellas y los otros. SOLZHENITSIN
adquiere su verdadera figura, caracterizada por la firmeza de las convicciones
por el permanente desafío que lanza al adversario mayoritario. Pasa a ser
minoría activa y su posible desviación se transmuta en disidencia efectiva. El
horizonte de su conducta va del rechazo del compromiso a la resolución de
modificar a los otros atrayéndolos a sus propias posiciones.
En el modelo
de influencia social que yo propongo la creación de conflictos es una condición
necesaria. En el curso de los años el conflicto gana en intensidad y en
eficacia.
La
consistencia es un comportamiento excepcional .Por eso, como la mayoría de la
gente no es capaz de manifestarla, suscita la envidia.Parece ser que
en efecto, que cuando se habla de minorías se piensa sin más en la desviación. Y
al desviante se le ve siempre como una minoría. Ahora bien, la evidencia es
evidente. Consiste en que el desviante se define por la relación al grupo
mayoritario: transgrede o se aparta, o contesta, pero está siempre situado
dentro del marco, de la visión mayoritaria. La minoría por el contrario,
especialmente cuando se hace activa posee sus propias posiciones, su marco, sus
ideas, que propone como una solución de recambio.
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